Todos los seres humanos hemos experimentado situaciones dramáticas; no necesariamente trágicas, en nuestra vida. Estas situaciones pudieron darse en el momento mismo de nuestra concepción, durante nuestra gestación o bien durante los primeros 7 años de nuestra infancia.
Esta etapa va a formar y programar nuestro inconsciente de acuerdo a las situaciones experimentadas y no resueltas, a qué me refiero, las situaciones que pudieron representar un drama en nuestra infancia van a crear un código inconsciente que (programa).
Hagamos una analogía para entenderlo un poco mejor, cuando nacemos somos como un dispositivo digital de fábrica, así como cuando compramos una computadora, la computadora trae un “software de inicio” pero para que ésta funcione adecuadamente para nuestras necesidades tendremos que irle agregando programas o aplicaciones, estos programas o aplicaciones quedarán guardados en su “hardware” y no van a ser todos utilizados al mismo tiempo, dependerá de una necesidad específica que abramos ese programa o aplicación para que pueda ser utiizado. ¿Qué me está diciendo esta enfermedad?
Estos programas en nuestra biología son descargados dependiendo de nuestro IC (inconsciente colectivo), IF (inconsciente familiar) y el IP (inconsciente personal), agregaremos el ingrediente principal, la situación dramática no resuelta; no resuelta, significa, -me siento desolado, sin dirección, sin saber qué hacer o cómo seguir adelante-. Al vivir este evento, desestabilizante, nuestro cerebro buscando sobrevivir, genera ese código (programa) que se instala en nuestro inconsciente y la próxima vez que me sienta desestabilizado emocionalmente, el código se activará, y será expresado en forma de un síntoma físico; cuál, cualquiera que en este momento se te venga a la mente.
¿Qué determina el síntoma?
La emoción que experimentaste aquella primera vez, aquella vez en la que instalaste el programa, y esta emoción será la que de la orden de qué órgano se afectará y de qué manera será expresada esta afección.
La ira se expresa en el hígado y vesícula, la tristeza se expresa en los pulmones y el intestino grueso, el miedo se expresa en los riñones y la vejiga, la alegría se expresa en el corazón y el intestino delgado, la preocupación, aprehensión, se expresa en el estómago, bazo y páncreas, la resistencia o aversión se expresa en el sistema genital.
Entonces el síntoma es una pista muy clara de que experimenté en el pasado y se quedó ¡pendiente de solucionar!
La enfermedad me está invitando a buscar esa experiencia, que en su momento no pude o no supe afrontar y ahora es una oportunidad de hacerlo.
Cada centímetro de nuestro cuerpo tiene un significado muy claro y muy concreto dentro de esta programación, busquemos que me quiere decir ese síntoma, ese síntoma que me impide caminar, me impide digerir correctamente los alimentos, ese dolor de cabeza que me impide pensar, esa comezón en la piel que me irrita tanto.
En la búsqueda de el significado, en la búsqueda de saber qué me está diciendo esta enfermedad debo de enfocarme en cómo viví la situación y no en qué situación viví. ¿Qué me está diciendo esta enfermedad?
La biodescodificación es una herramienta muy eficaz para encontrar una solución consciente a un programa biológico llamado enfermedad. Con la biodescodificación resignificamos las experiencias vividas en el pasado dando oportunidad a nuestro inconsciente de reconfigurar esos programas previamente instalados, es como hacer una “actualización de programa” para que éstos sean útiles y eficaces en la nueva persona (dispositivo nuevo) que soy en el presente.